Con la inminente llegada de la industria del doblaje, España necesita adaptarse a la nueva situación. El 1 de octubre de 1922, tres de los cinco hermanos De La Riva Tayán, Carlos, Adolfo y Jorge, fundan Radio Club España (RCE) en la Escuela Industrial de Madrid, donde emitían radio-conciertos. Para entender esto, es conveniente señalar que estos tres ingenieros se autodenominaban ‘sinhilistas’, que quería decir que eran afines a la telefonía sin hilos. En otras palabras, radioaficionados.
Considerados grandes impulsores de dicho sistema, en 1923 crearon una estación transmisora propia en el taller donde ellos mismos fabricaban y vendían receptores de radio, en el número 69 de la calle Alcalá de Madrid, a la cual dieron el nombre de Radio Ibérica. Ya en 1927, Adolfo y Carlos patentaron un sistema propio para la impresión de sonido, el Rivatón, con el que obtenían un sonido limpio y claro; sin distorsiones. A raíz de este acontecimiento conocieron al empresario catalán Abelardo Trilla Balagué, ingeniero industrial, promotor de la radiodifusión española y director de espectáculos de cine.
Juntos en Barcelona, y encabezados por Abelardo, en 1932 ambicionaron el proyecto de abrir unos estudios cinematográficos precisamente en la ciudad condal, lugar estratégico para el mercado europeo. Por sus siglas, los estudios se llamarían T.R.E.C.E. (Trilla-La Riva Estudios Cinematográficos de España). En ellos, Adolfo ingresaría aportando su sistema de sonido, Rivatón, mientras que su hermano Jorge probaba suerte iniciando un taller electromecánico (Carlos se había quedado en Madrid).
El 11 de noviembre de 1931, la Junta de Palacios, Parques y Jardines del Ayuntamiento barcelonés acuerda ceder el Palacio de la Metalurgia, en Montjuic, a Abelardo Trilla para sus estudios de cine, pues en el mes de septiembre ya se habían realizado las pruebas del equipo de registro sonoro Rivatón.
Los estudios T.R.E.C.E. empezaron a funcionar de forma estable en julio 1932, siendo Félix de Pomés el primer director de doblaje de la historia en España. Fallecido Abelardo, en 1935, su viuda, Margarita Díaz, asume la gerencia de los estudios hasta 1940, cediendo entonces el estudio a terceras personas y, en 1942, desaparece como tal la denominación de T.R.E.C.E., pasando a ser Estudios Cinematográficos Trilla-Orphea (1942), Trilla-Pecsa (1943) y Trilla-Emisora (1948).
